17 de abril de 2011

VETUSTA MORLA

Vetusta Morla no te lleva a un paisaje marciano donde todos los colores son nuevos, sino a un paisaje que te resulta familiar pero en el que puedes sorprenderte descubriendo detalles que antes habías pasado por alto. (Pucho, vocalista. Vetusta Morla)



Formado en 1998 por unos adolescentes que se conocían del instituto, fue precisamente en el gimnasio de ese instituto, el José Luis Sampedro, de la localidad madrileña de Tres Cantos, cuando empezó a gestarse uno de los grupos revelación del panorama musical de los últimos tiempos, Vetusta Morla.

Toman su nombre de la tortuga que aparece en la genial obra de Michael Ende “La Historia Interminable” (The Neverending Story. 1979).

La tortuga Morla es uno de los personajes más curiosos, se trata de una gran tortuga que habita en el Pantano de la Tristeza y que ayuda al protagonista, Atreyu. Es la criatura más sabia de todo el reino de Fantasía, debido a su gran longevidad.

Como si el nombre los hubiese marcado, caminarán sin prisas, a su ritmo para conformar su personalidad. Estos cinco amigos son Pucho a la voz, David García (El Indio) a la batería, a la que se añade en los ritmos Jorge González en toda la parte de la percusión, Alejandro Notario al bajo y Guillermo Galván en la guitarra principal. A finales del mismo 1998, Juan Manuel Latorre se incorpora al grupo como segundo guitarrista, quedando consolidada la formación de sexteto.


Tras su maqueta La Cuadratura del Círculo (2004), mucho más trabajada y profesional, Alejandro Notario abandona la banda siendo sustituido por Álvaro B. Baglietto.

Tienen uno de los mejores directos, en 2004 son invitados para tocar en el festival Anti-Crise en Beirut ya que son un grupo comprometido con diversas causas sociales y humanitarias (su apoyo a la independencia del Sahara es notoria).

En 2005 se autoeditan el EP  “Mira”, con tres canciones grabadas en estudio y tres tomadas de los conciertos de Radio 3, tan sólo adquirible en los directos de la banda y en su propia página web. Con ello, llenan salas como la madrileña El Sol, cosa asombrosa e inédita.

El siguiente paso sólo podía ser el disco. Sin ningún tipo de oferta a la vista, deciden grabar el disco y más tarde buscar una discográfica; una vez grabado y mezclado comienzan la búsqueda, pero las ofertas son poco interesantes e inconsistentes y deciden crear su propio sello, denominado Pequeño Salto Mortal y autoeditarse su disco.

El resultado es Un Día en el Mundo (2008). Este disco recupera muchas de las canciones de los años pasados, de sus maquetas y grabaciones anteriores, hasta el punto de que se puede decir que el disco es una especie de grandes éxitos de los diez años del grupo.

Un Día en el Mundo es también el título de una de las canciones del disco. Nos pareció apropiado para representar el conjunto porque creemos que es un rótulo muy cinematográfico.

Lo cierto es que las canciones son como pequeñas escenas de una película sacadas de contexto, pequeñas narraciones ofrecidas en píldoras. Un día en el mundo, además, sugiere que el disco y los temas son un fragmento de una historia más amplia que tiene un prólogo y un epílogo, que no se conocen, pero que se pueden intuir.


También, Un día en el mundo es un título que nos gusta porque sugiere al mismo tiempo algo cotidiano y algo épico. Eso tiene mucho que ver con la portada del disco en la que aparece un niño que salta entre dos bancos en un muelle junto al mar. El cielo y el mar son inmensos, inabarcables. Pero el niño no parece darse cuenta, está concentrado en su pequeña aventura del día, saltar de un banco a otro. Para otros será algo nimio, pero para él es su gran audacia del día, la odisea de esa jornada. En parte, editando este álbum, nos sentimos de un modo similar a ese niño.

De ellos dijeron que están entre el pop inglés épico a lo Radiohead, y una querencia hacia bandas nacionales como Maga o Los Piratas.

Es verdad que cualquier banda que comienza está sometida a las comparaciones y es normal, y hasta divertido, que para explicar cómo suena un grupo que nadie conoce, se haga referencia a otros artistas anteriores. Pero preferimos que cada uno saque sus conclusiones y que sean otros los que establezcan esas influencias.

 El esfuerzo tiene recompensa y se convierten en lo que muchas bandas desean ser toda su carrera y jamás consiguen: un grupo conocido, con repercusión, que aparece en los medios, sin ceder ni un milímetro en su libertad creativa.


Vetusta Morla no es un grupo más. No parece que tengan la intención de ser un grupo más. Es un grupo que cuida su música y sus letras, que sabe lo que quieren decir y que tienen el valor de empezar un primer disco con una canción llamada Autocrítica. Como emblema del grupo podríamos apelar a uno de sus pegadizos estribillos: «Ser valiente no sólo es cuestión de suerte».



Ahora tras el éxito de Un día en el mundo, llega lo nuevo de la banda madrileña Vetusta Morla. Bajo el título Mapas, “mapas de lo que somos”, como ha señalado la banda madrileña en una entrevista en Radio 3.

Un nuevo y, sobre todo, esperado trabajo que estará a la venta el próximo día 3 de mayo, pero para ir abriendo boca y hacer menos larga la espera, la banda madrileña anunció a través de Twitter que ya se puede escuchar un adelanto de su primer tema titulado En el río, de su nuevo disco, en su web oficial.

Seguramente es el álbum nacional más esperado del momento. Y su repercusión puede ser tan colosal como el sonido de las canciones. (Eugenio Murube. Revista Rolling Stone).



Discografía…
13 horas con Lucy (Demo, 2000)
Vetusta Morla (Demo, 2001)
La cuadratura del círculo (Demo, 2003)
Mira (EP, 2005)
Un día en el mundo (Álbum, 2008)
Mapas (Álbum, 2011)